

DESPEDIDAS
Despedidas Una vuelta de hoja ineludible en el libro de la historia, un armar el frágil rompecabezas que somos de otra forma. No es un descenso, es otra manera de nombrar el vínculo. Algo late en la ausencia como una pequeña sombra en la luz de lo vivido. Abrazos, risas, comer hasta hartarse. Las despedidas nunca lo son cuando sabemos que algo poderoso fluye en nuestras venas para siempre.


ATRAVESAR EL DOLOR
¿Se podrá escribir sobre lo que no aciertas a pronunciar cuando el peso de las palabras te supera? Sí. Primero se asoma la emoción, antes de racionalizar, y la intuición creativa. Después el silencio te dicta, poco a poco, las revelaciones. Desde hace unos pocos días hay algo que no puedo terminar de nombrar, hay cierto desencanto en la atmósfera. Tiene sentido si recordamos eventos pasados, algunos hogares estuvieron inmersos bajo el agua, colonias y poblaciones cercanas.


LAS MANECILLAS
Esa tarde, las manecillas giraron descontroladas, justo en ese punto del espacio donde ya nada era igual, ni el lugar ni el saludo ni el horario ni las palabras ni el aire ni la apariencia de nuestras miradas y nuestros cuerpos. Sin embargo, todo embonó en el presente como ayer.


ESCRIBIR (dedicado a mis alumnos del taller: Nostalgia del paraíso)
Escribir como consigna de lo irrefutable, de sacar palabras como pájaros de un nido en la boca.
Abrir las alas, levantar la pluma y dominar el espacio de las letras en un rincón de la lengua adherida a la poesía.

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